Yo soy un astronauta, igual que tú.

 

 

Aquí estamos... Y ni siquiera sabemos de qué planeta procedemos.

 

Arrojados de alguna parte, a esta tierra extraña que llamamos “hogar”...
Para un día, ser de nuevo arrojados de aquí, ¿para ir adónde?
Ni siquiera lo sabemos.


Interesante, ¿verdad?

 

Todos y cada uno de los maestros lo han llamado un viaje, un tránsito, una posada, un hotel...

Decían: “No lo llames hogar. Este no es tu hogar...”

Y todo el mundo dice que este planeta es nuestro hogar...

 

Un increíble traje espacial para sobrevivir a los elementos.

Bonito. Único. Todos, todos llevamos este extraordinario traje espacial.

¡Tanta gente se siente atraida por este “traje espacial”!

 

Amigo, qué vista tenemos para lo bello.

 

 

¿Sabes?, probablemente sea como si un astronauta se enamorase de un surtidor de gasolina.

 

Y aquí estás tú. Eso es lo que importa.

Eso es lo importante. La vida es lo importante. Que tú estés aquí, eso es lo importante.

Eso es lo que marca la diferencia, en caso contrario se trataría de una historia increíblemente triste.
Lo siento.

Sería una tragedia.

 

Haría que la historia de Romeo y Julieta pareciera un chiste.

Es un malentendido. Esto no tiene por qué ser una tragedia.

Puede ser una pequeña y hermosa aventura.

Un hermoso poema que no hable de aflicción, sino del logro y la plenitud que reside en cada aliento.

Como una flor.

 

Como una flor.