Todo lo que está sucediendo
está teniendo lugar en este momento llamado “ahora”.
Creemos en el mañana. Vivimos para el mañana.
Pero el mañana nunca llega.
¿Porqué?
Porque cuando sea que el mañana decida llegar, ya es el ahora. Se convierte en el hoy.
Cuanto sea que vivamos, siempre estaremos atascados en el “ahora”. Nunca veremos el mañana, ni veremos el ayer. Es físicamente imposible.
Existimos en este momento llamado “ahora”, pero casi no nos damos cuenta.
No tenemos ni idea de dónde estamos.
Podemos estar muy cómodos en el ahora si no tratáramos de pintar el mañana, ni el ayer.
Aquí en el ahora, la vida está danzando un hermoso baile – reverenciando la magnífica, y sin embargo inocente belleza de la existencia.
Cuando nací, aunque todavía no me había sido dado un nombre, yo estaba vivo. No sabían cómo llamarme. Allí estaba, y el aliento venía a mí. Y en mi propia manera, yo le daba la bienvenida.
Aquí, estoy, y la gente quiere ver mis logros. Bueno, siempre habrá alguien que haga las cosas mejor que yo.
Soy pasajero – no permanente. Pero lo permanente está dentro mío, como lo está en cualquiera.
Y en este viaje, si no logro ver más que a aquél que está en mi interior, seré feliz. Habrá valido la pena haber venido aquí..